Fecha: 17 noviembre, 2025

Los tres instrumentos se han instalado en la Capilla Dorada del Real Monasterio en Tordesillas para formar parte de un nuevo proyecto museográfico con vitrinas dotadas de tecnología de conservación y mantenimiento

Patrimonio Nacional ha presentado este lunes en Tordesillas el regreso del ‘Realejo de la Reina Juana’, el Virginal de 1579 de Hans Bos y el Clavicordio del siglo XVIII al Real Monasterio de Santa Clara. Las piezas, que desde 2020 se encontraban en las instalaciones de Patrimonio en el Palacio Real de Madrid para su restauración, regresan a la Villa del Tratado en perfectas condiciones para ser expuestas en la Capilla Dorada dentro de un nuevo programa museístico.

Al acto inaugural ha acudido la presidenta de Patrimonio Nacional, Ana de la Cueva, a quien ha acompañado el alcalde del municipio, Miguel Ángel Oliveira, y parte de la corporación municipal, así como el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen Vélez. De la Cueva ha afirmado que los tres instrumentos han sido restaurados “de manera minuciosa” y ahora “regresan a este monasterio que es uno de los edificios históricos más antiguos con los que contamos en Patrimonio Nacional, que fue residencia real de Alfonso XI y su hijo Pedro I levantó aquí un palacio mudéjar para que, más tarde, su hija Beatriz lo transformase en residencia para las monjas clarisas; y es uno de los templos con más personalidad de arquitectura mudéjar de España”.

Ha señalado que este convento es “un recuerdo de las mujeres relacionadas con las fundaciones de los monasterios; mujeres que controlaron distintos campos del saber, sobre todo las letras y la música, que tanta importancia tenían en la conciliación de las horas del día entre los muros del monasterio”. “En este sentido, en Patrimonio Nacional conservamos una importante colección de instrumentos musicales que estudiamos y conservamos para las generaciones futuras, y precisamente tres magníficas obras de esta colección son las que hoy nos traen aquí tras su restauración, que en el caso del Virginal y el Realejo se han llevado a cabo en el Palacio Real en Madrid, mientras que el Clavicordio se ha restaurado en Tordesillas; tres piezas excepcionales que en este tiempo nos han permitido aprender mucho más de los instrumentos de la época y cuya restauración ha supuesto una inversión de 125.000 euros”.

“Además, presentamos también la museografía, ya que estas vitrinas en las que hoy se exponen permiten apreciar mucho mejor las obras, con esa disposición 360 grados que permiten disfrutar de la visión de estos instrumentos únicos en la historia de la música de cuerda pulsada”. Según ha explicado De la Cueva, la sala se ha dotado de una iluminación led “de alta eficiencia” en un proyecto en el que también se ha renovado toda la instalación lumínica del monasterio a través de los Fondos de Conservación,  Recuperación y Resiliencia, y solo en la iluminación se han invertido 190.000 euros. “La nueva instalación lumínica permite reducir más del 30% del consumo de energía y facilita el mantenimiento y la gestión del consumo energético en el interior del monasterio”.

Por su parte, el regidor ha remarcado que “este es un día muy importante para Tordesillas, ya que tenemos de vuelta tres piezas emblemáticas de nuestra historia”. “Su regreso simboliza mucho más que una restauración de piezas artísticas; simboliza el compromiso que contrajo Patrimonio por devolver el esplendor a estos instrumentos y después devolverlos a Tordesillas. Por ello, quiero agradecerles, en nombre de todo el municipio el cumplimiento de su palabra, lo que demuestra seriedad, cercanía y responsabilidad. Este espacio es un símbolo para nuestro pueblo y con esto seguimos dando pasos para conservar su memoria y su riqueza”.

Del mismo modo, la conservadora de instrumentos musicales de Patrimonio Nacional, María José Suárez, ha hablado sobre las diferentes acciones que se han llevado a cabo en las piezas, reseñando que ninguna de ellas podría “volver a tener vida musical, ya que el paso del tiempo ha deteriorado algunas partes, entonces lo que hemos hecho ha sido acondicionarlos como objeto de colección para exhibirlos aquí como siempre habían estado vinculados a este Real Monasterio”. Suárez ha matizado que “el estado de conservación en el que se encontraban los instrumentos cuando los trasladamos requería una puesta a punto, ya que los materiales constructivos son materiales orgánicos que podían sufrir plagas biológicas, y después participaron en su restauración todos los talleres, realizando estudios físicos, restauración, lutieres… en definitiva un trabajo muy especializado para cada uno de ellos”.

La intervención

En el caso del Virginal, datado en 1579, es una pieza de gran calidad y rica decoración, obra de uno de los más importantes fabricantes de instrumentos de tecla de Flandes, Hans Bos. La restauración supuso una limpieza técnica, su paso por la cámara de anoxia para eliminar posibles plagas, la consolidación del soporte, así como la reintegración de volúmenes, color y la ampliación de una capa protectora.

El conocido como ‘Realejo de la reina Juana’ cuenta con un teclado de 42 notas, lo que sugiere la posibilidad de que el instrumento hubiera sido construido antes de 1700. El teclado se encuentra dentro de un mueble armario con taquilla inferior que se adorna con pintura estucada y cuarterones llenos de lises, jarrones de azucenas y guirnaldas con flores. Las actuaciones han permitido consolidar, limpiar y proteger la madera, así como limpiar el teclado y reparar la tubería para su correcta lectura expositiva.

Por su parte, en la restauración del Clavicordio del siglo XVIII -una pieza muy ligada a los espacios monásticos- se ha realizado una intervención integral y respetuosa que ha comprendido la limpieza, consolidación del mueble y la reparación de la tapa armónica y trasera, restauración y montaje de la mecánica (púas, ejes, bisagras), el teclado, cuerdas y clavijas sobre el clavijero y, finalmente, su armonización y afinación.