Fecha: 27 febrero, 2017
El Ayuntamiento adquirirá y rehabilitará el Palacio de los Alderete para uso turístico y continúa dando pasos para recuperar el Hospital Mater Dei
Después de varios años de incertidumbre y bloqueos jurídicos, Tordesillas tiene ante sí la oportunidad de recuperar y rehabilitar dos edificios históricos que actualmente se encuentran en estado de ruinas cuyo valor patrimonial enriquecerá aún más la ya de por si amplia oferta turística del municipio. Hablamos del Palacio de los Alderete y el Hospital Mater Dei.
En concreto, el Palacio de los Alderete –situado en pleno casco histórico, concretamente en la calle de San Antolín- será por fin recuperado por el Ayuntamiento para evitar su derrumbamiento y con el objeto de destinar su uso a visitas turísticas. El edificio, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), fue declarado en ruina en 2010 por el Consistorio a consecuencia de su mal estado y de la inoperancia por parte de la propiedad a la hora de eliminar los peligros de derrumbe, que afectaban a los vecinos colindantes e incluso a vehículos y peatones por riesgo de desprendimientos.
La propiedad del palacio era de una corporación que tenía la intención de poner en marcha un establecimiento hotelero, si bien ese mismo año entró en concurso de acreedores con préstamos pendientes en dos entidades financieras –Bankia y Banco Sabadell- por un valor global de más de medio millón de euros.
En 2012, en vista de que el estado del edificio continúa empeorando, el Ayuntamiento, asumiendo la responsabilidad de la rehabilitación del edificio, encargó un proyecto de consolidación con un presupuesto de 96.889 euros. El administrador concursal informó entonces de que la propiedad del edificio no es de nadie, sino de la masa concursal, de modo que todo el dinero que se invirtiera en su reforma no podría recuperarse después. Esto se explica con que el último precio de subasta del inmueble era de 265.000 euros, mientras que la deuda del concurso de acreedores era superior al medio millón de euros. De este modo, solo los acreedores predominantes podrían recuperar sus deudas.
“El Ayuntamiento no habría recuperado ni un euro”, explica el alcalde, José Antonio González Poncela, quien afirma que el Consistorio ha intentado incluso negociar con Bankia, el principal acreedor –con una suma de más de 400.000 euros de deuda- para que se quedara con el inmueble, renunciara a su deuda y lo cediera al Ayuntamiento “en base a una responsabilidad social que la entidad tiene con el municipio y con toda la sociedad tras su rescate bancario”. Sin embargo, la entidad descartó la posibilidad.
Llegado a un punto, el administrador concursal informó al Consistorio de que el concurso quedaría cerrado, y que el inmueble quedaría en un limbo sin propietario, recomendando al Ayuntamiento la posibilidad de adquirirlo en subasta. Según afirma González Poncela, esta propuesta se transmitió al resto de grupos políticos.
“Teníamos dos opciones: consolidar el edificio sin adquirirlo y perder el dinero invertido o comprarlo y consolidarlo, para lo cual contaríamos además con una subvención de hasta 50.000 euros del Plan Pahis de Patrimonio Histórico y Cultural de Castilla y León”, explica el primer edil, quien considera que “consolidar sin adquirir el edificio suponía tirar 100.000 euros”.
Desde un primer momento, Tordesillas Toma la Palabra se mostró en contra de la adquisición del inmueble, argumentando que “como responsable subsidiario debe consolidarlo”, mientras que el Partido Popular es partidario de la compra, si bien ha pedido una tasación independiente para calcular su valor de mercado, sosteniendo que, por el estado en que se encuentra, el palacio no puede costar 265.000 euros, que es la cifra en que está fijada la adquisición, sino más bien una cifra más cercana a los 170.000 euros.
Su portavoz, Miguel Ángel Oliveira, sostiene que la consolidación de la ruina debería haberse realizado antes, sobre todo con el peligro de derrumbamiento presente, y lamenta que los costes del proyecto sean ahora mayores que hace siete años. Y es que, aunque el proyecto para la consolidación de la ruina esté presupuestado en cerca de 100.000 euros, se elevará debido al aumento de los costes por el paso del tiempo.
El destino del edificio tras su adquisición será su uso turístico, con visitas teatralizadas. Por el momento, la propuesta de adquisición ya se ha cursado a las entidades bancarias, y el Ayuntamiento se mantiene a la espera de la respuesta de las mismas para continuar con la compra. Las obras del proyecto de consolidación consistirán en desmontar y limpiar todas las partes hundidas de edificio, así como la reconstrucción de su patio interior.
La recuperación del Hospital Mater Dei: un largo proceso
Invadido por la vegetación y los escombros, otra de las joyas patrimoniales en peligro es el Hospital Mater Dei. Incluido en la ‘Lista Roja’ de Hispania Nostra, que alerta de su “deterioro progresivo”, la situación de este inmueble se convirtió en protagonista del debate político del pleno de febrero, cuando la portavoz de Tordesillas Toma la Palabra, Mercedes San José, pidió la “cesión obligatoria” del inmueble al Consistorio.
La edil instaba al equipo de gobierno a que ejecutase el convenio urbanístico suscrito en 1999, en el que, según San José, “figura la recalificación de una parte del inmueble, a cambio de la cesión obligatoria de todas las construcciones declaradas dotacionales”. “No vemos motivo para que no se lleve a cabo el convenio, no como una compra, sino como una cesión, haciendo que los costes para el Consistorio sean prácticamente nulo”, afirmaba entonces San José, quien argumentaba que “la propiedad está bien definida tal y como pudimos comprobar en el Registro de la Propiedad, de modo que no es un problema de legalidad sino de voluntad política”.
Sin embargo, el alcalde, José Antonio González Poncela, insiste en que “hay una realidad jurídica que impide que esto se pueda hacer tan fácilmente”. En concreto, el primer edil argumenta que el Consistorio no es propietario de la parcela, sino que esta se divide en dos partes, una de ella de la Condesa de Puebla y otra ligada a una fundación benéfica, que determina todo.