Fecha: 21 abril, 2021

Se cumple el quinto centenario de la histórica derrota de Villalar el 23 de abril de 1521, dentro de un conflicto en el que Tordesillas tuvo gran protagonismo.

Sumidas en la Guerra de las Comunidades y con una situación cada vez más inestable desde la llegada al trono de Carlos I en 1518, las ciudades del reino de Castilla se encontraban divididas al llegar la segunda década del siglo XVI. La coronación de Carlos I, un monarca recién llegado de Flandes que apenas sabía hablar castellano y se rodeaba de cortesanos flamencos, había suscitado enorme desconfianza entre las élites sociales castellanas, que veían peligrar su poder. Este descontento se fue transmitiendo entre las capas populares, y cuajó en una serie de revueltas urbanas que tenían, entre otros objetivos, reivindicaciones fiscales. Acababa de dar comienzo una auténtica guerra civil castellana entre imperialistas, respaldados por el rey Carlos I, y comuneros, quienes buscaban el apoyo de la reina Juana, madre de Carlos, cuya supuesta “locura” querían someter a revisión. Una disputa que desembocó en la batalla de Villalar, la consecuencia a pagar por una serie de errores cometidos por los diferentes dirigentes de ejército comunero.

Resulta incuestionable reconocer que la rebelión de las comunidades fue un movimiento urbano donde las propias ciudades de Castilla, con más población, iniciaron la revuelta. La situación política en el interior de las ciudades principales de Castilla era bastante confusa y las relaciones entre la sociedad política y las instituciones locales habían sufrido deterioro.

Antecedentes

Rodrigo de Tordesillas, procurador de las Cortes en la ciudad de Segovia, fue ahorcado cuando estalló la revuelta en Toledo. Desde ese momento, la Junta de Ávila, formada por las ciudades de Toledo, Segovia, Salamanca y Toro, experimenta la expansión de la rebelión e incluye un mayor numero de ciudades hasta conseguir prácticamente todo el reino. Con la llegada del ejército comunero a Tordesillas y su entrevista con la Reina Juana, que estaba recluida en el municipio, la Junta se traslada de Ávila a Tordesillas y consigue representar a catorce ciudades. Se delimita el área del movimiento comunero a la Meseta Central y la Junta pasa a denominarse Corte y Junta general del reino.

La entrevista con la reina Juana prometía proclamar su soberanía y devolver la estabilidad al reino, pero, lejos de calmar y apaciguar las aguas, la Junta de Tordesillas realizó una declaración afirmando que utilizarían las armas para auxiliar a cualquier ciudad que se viese amenazada. Además, la Corte y Junta general del reino decidió asumir la tarea del Gobierno, de desacreditando al Consejo Real. Justo en ese momento, se instaura el gobierno revolucionario.

Batalla de Tordesillas

Con la pérdida de influencia dentro de la Junta, Juan Padilla y la ciudad de Toledo se hacen a un lado para dejar hueco a Pedro Girón, quien se convertiría, meses antes de la batalla de Tordesillas, en el jefe de las tropas comuneras siguiendo órdenes de la Junta. El 5 de diciembre, los realistas, dirigidos por el Conde de Haro, no desaprovechan el descuido de las tropas comuneras -que habían avanzado en dirección a Villalpando, dejando desprotegida Tordesillas- y en unas pocas horas reconquistan la Villa de la reina Juana, asentándose en Tordesillas, lugar donde residía la Junta hasta ese momento. Esto provoca no solo el control de los realistas sobre Tordesillas sino el cambio de sede a Valladolid, convirtiéndose en la tercera capital del movimiento, y la perdida, por parte de los comuneros, de la reina Juana, lo que dificulta o prácticamente imposibilita cumplir con las premisas previstas. La batalla de Tordesillas (1520) fue, más que una derrota militar, el desvanecimiento de las esperanzas de los comuneros a legitimar sus aspiraciones sirviéndose de la autoridad de la soberana.

Tras la conquista de Tordesillas por parte de los realistas, Pedro Girón, dirigente del ejército comunero, dimite y se aparta del conflicto, lo que provoca una reorganización comunera. Juan Padilla vuelve a ponerse al frente del bando sublevado en armas para protagonizar el momento más crítico y decisivo de la Guerra de Comunidades en la Batalla de Villalar (1521).

Batalla de Villalar (1521)

Las fuerzas imperiales de Carlos I y las de la Junta Comunera, capitaneadas por Juan Bravo, Francisco Maldonado y Juan Padilla, pusieron punto y final a la Guerra de Comunidades el 23 de abril de 1521 con la Batalla de Villalar. Mientras que el ejército comunero ponía rumbo a Toro, municipio al que nunca llegaron, las tropas de Carlos I se preparaban para batallar. Fue a la altura de Villalar donde comenzó y se disputó la lucha. La contienda fue toda una masacre y los tres capitanes comuneros fueron apresados y puestos en espera para ser juzgados. La batalla se saldó finalmente con la muerte de unos 1.000 soldados comuneros y la captura de 6.000 prisioneros, mientras que los heridos serían atendidos en el hospital Mater Dei de Tordesillas.

Infografía: Tordesillas al Día – Turismo de Tordesillas. Fotografía principal: Manuel Picolo López, 1887.