Fecha: 9 agosto, 2017
Ante el derrumbamiento del tejado del edificio, el alcalde insiste en la necesidad de su adquisición para proceder a su conservación y mantenimiento, acusando a la entidad bancaria de «querer hacer negocio con el patrimonio histórico de los tordesillanos»
La mañana de este miércoles comenzaba en Tordesillas con cierta alerta ante el derrumbamiento del tejado del Palacio de los Alderete, el cual se producía hacia el interior del edificio, sobre los escombros del patio, y afortunadamente no dejaba daños en las calles colindantes, si bien obligaba a la Policía Local a cortar la calle San Antolín por el riesgo de nuevos desprendimientos. Este suceso ponía de manifiesto una vez más el mal estado en que se encuentra este inmueble, cuya cubierta carecía ya de puntos de apoyo.
Después de que, en el pasado pleno del mes de marzo, el Ayuntamiento aprobase dentro de los presupuestos de este año un total de 366.000 euros de gasto para la adquisición y consolidación de este palacio -que cuenta con dos escudos BIC y fue, en tiempos de Juana I, la residencia del alcalde- desde el Consistorio se ha manifestado la necesidad de ejecutar de una vez la adquisición para poder conservarlo y evitar «lo que podía haber sido una tragedia».
«La intención es adquirir el inmueble, pero nos estamos encontrando con muchísimos problemas, pues pese a nuestra oferta de compra, el mayor acreedor de la masa concursal, que es Bankia, no permite al administrador concursal adjudicárnoslo y pide más dinero», ha afirmado el alcalde, José Antonio González Poncela. Hay que recordar que el edificio pertenecía anteriormente en propiedad a una empresa, que pidió varios préstamos con intención de poner en marcha un hotel, si bien dejó unos impagos que hacen de la entidad bancaria el principal acreedor.
«Si paralizasen la compra para renegociar y a su vez llevasen a cabo una conservación del edificio podría parecer lógico, pero no entendemos que bloqueen la adquisición sin invertir en un edificio que se está cayendo», afirma González Poncela, quien señala que «a Bankia le da igual porque no es su pueblo, ni su historia ni su patrimonio, pero a los tordesillanos no les da igual». El primer edil afirma no entender la postura de la entidad bancaria ni la del administrador concursal al no querer adjudicar el edificio a la única parte que quiere hacer algo en el mismo, aún teniendo el Ayuntamiento un dinero presupuestado para adquirirlo y conservarlo.
«Hoy podría haber ocurrido una desgracia perfectamente si el derrumbe se hubiera originado hacia el exterior del edificio», advierte González Poncela, quien incide en su descontento con Bankia al afirmar que «no han sabido entender nunca a los tordesillanos ni nuestra necesidad de adquirir este edificio y mantenerlo como parte de nuestra historia». «Les pedimos que se replanteen querer hacer negocio con esto», afirma el alcalde, quien insiste en que «aquí hay un edificio en ruinas que no vale más que el solar que lo sostiene y que precisa de una inversión. No sé a quién pretenden engañar pidiendo más dinero, pero no puede ser que quieran engañar a un pueblo entero», concluye.