Fecha: 3 enero, 2018
Tras dos años de un desarrollo artístico notable, la obra de Helen llega al Salón de Arte Realista de Madrid, sentando la base de futuros proyectos para la pintora tordesillana de adopción
Se crió en Tordesillas -el pueblo de sus abuelos- empapándose de arte gracias al saber hacer de su padre, Vicente Fernández, prestigioso pintor y creador del estilo de la flammagrafía. Sin embargo, no fue la influencia familiar lo que despertó su pasión por la pintura, sino una vocación innata, que le llevaría a buscar su propio camino para expresarse a través del óleo. Hablamos de Elena Fernández Camazón, quien, bajo su nombre artístico ‘Helen’, ha destacado durante los últimos dos años gracias al rápido desarrollo de sus obras realistas.
“Lo llevo en la sangre y me considero autodidacta, porque he ido mejorando a través de mi propia experiencia”, afirma la artista, quien tras pasar por diversas técnicas encontró su estilo particular en el óleo y las figuras y los cuerpos. “Es una técnica que le da muchísima fuerza a los trabajos, y lo uso para darle a las obras realistas un toque personal”, señala, destacando que “prefiero mil veces una figura a un paisaje o un bodegón: el cuerpo, la cara y los ojos son lo más expresivo que hay”.
Miradas, expresiones y etnias como la africana se entremezclan en sus obras, que comenzó a exponer el pasado año en Tordesillas y otros municipios vallisoletanos y que el pasado mes de noviembre llegaron a Madrid, concretamente al II Salón de Arte Realista. “Es la primera vez que llevo mi trabajo a la capital y me ha hecho una ilusión enorme, es muy difícil, hay gente con mucho nivel”, afirma la pintora, quien tiene preparados próximos proyectos y exposiciones en la provincia de Valladolid, entre ellas alguna muestra colectiva con la Unión Artística Vallisoletana, de la que forma parte, además de otros proyectos que prometen sorprender a su público.
Asimismo, la artista se presentará al concurso de Acor 2018. Consciente de que la situación del mercado es crítica, Helen compagina su labor artística con el diseño en 3D y la realización de planos de edificación y arquitectura, aunque destaca que “estando la cosa tan difícil he logrado vender muchos cuadros en este período”. Lo cierto es que, desde la aparición de sus obras en 2016, la artista ha seguido un desarrollo y una evolución muy rápida. Concretamente en Tordesillas la repercusión ha sido elevada y ha llegado a sentirse realmente reconocida por sus convecinos.
Clases particulares
Paralelamente, Helen ofrecerá, a partir de enero sus conocimientos a través de clases particulares. “Me lo ha pedido la gente y lo voy a intentar”, afirma, señalando que desarrollará clases para niños a partir de los seis años, para empezar con el dibujo y tocar todas las técnicas hasta llegar al óleo, aunque no descarta incluir a adultos entre sus alumnos. Agradecida al municipio que le ha visto crecer en tan poco tiempo, como artista, Helen se prepara para sus nuevos retos al tiempo que asume la evolución de sus obras en pos de un estilo muy particular que promete llegar a infinidad de muestras.
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