Fecha: 3 abril, 2019

El actual alcalde deja su cargo tras dos legislaturas al frente del Consistorio local, y hace un balance del Tordesillas que se encontró en el 2011 hasta este 26 de mayo de 2019, fecha a partir de la cual seguirá colaborando con la sociedad, aunque desligado del Ayuntamiento

José Antonio González Poncela se despide del Ayuntamiento de Tordesillas a partir del 26 de Mayo. Una etapa que, como él mismo reconoce, “ha sido muy positiva. Me he hecho adulto en el Ayuntamiento. Entré con muchas ilusiones y poco a poco fui poniéndolas en práctica, primero como concejal de Deportes y posteriormente como alcalde. Como primer edil he intentado poner mi impronta en la corporación, con un mensaje de tranquilidad y de coherencia para el pueblo”.

Como alcalde, ganó los comicios de 2011 y 2015. “Nos encontramos con un Ayuntamiento endeudado en plena crisis económica en 2011, donde pusimos los pilares para una recuperación, y así se ha visto ya hoy por hoy”, apunta.

Dentro de sus principales logros al frente de la alcaldía, apunta cómo hay dos aspectos fundamentales a resaltar. “El primero es que hemos conseguido que Tordesillas sea un núcleo industrial, con un polígono industrial con todas las dotaciones, incluida la fibra óptica. Tenemos un polígono de vanguardia, fruto del trabajo de estos últimos ocho años”. No menos importante, la construcción de la Residencia de la tercera edad. “Ha sido el proyecto que más me ha costado sacar adelante. El plan se pegó de bruces con la crisis económica en 2012, y la parte correspondiente que iba a ser abonada por la Junta se paralizó. Ante una inminente paralización de la obra, y tras un acuerdo con el Gobierno Regional, conseguimos, gracias al Plan de Pago a Proveedores, financiar al propio organismo regional, para poder acabar la residencia en marzo de 2015”, señala.

Al frente del Ayuntamiento, Poncela reconoce sus errores, relacionados con el primer reglamento de terrazas o la situación de los Alderete. ”Lo hubiera gestionado de manera distinta con los hosteleros. Me hubiera gustado haber sido más valiente con todo lo relativo al palacio de Los Alderete. Quise buscar el consenso con la corporación, y los Alderete siguen ahí muertos de risa. En este caso sí que tendríamos que haber sacado el rodillo –haciendo alusión a su mayoría absoluta- y habríamos solucionado el problema”, afirma.

Tras ocho años en el cargo lo deja. “Veo la política y el servicio público de una manera en la que yo quiero estar para aportar, no para recibir. Hay un momento determinado para aportar o recibir, y yo creo que en política está marcado en ocho años. No quiero vivir de la política y buscaré otras formas de colaborar con la sociedad”, apostilla.

Preguntado sobre si el PSOE perderá votos en Tordesillas al no estar él presente, apunta cómo “los cambios siempre traen momentos de incertidumbre, algo que pasó, por ejemplo, cuando tomé el relevo de Emilio. Cambiamos de persona pero no de proyecto. Hemos conseguido sacar a Tordesillas de la ruina, darle una proyección de futuro y una dignificación. El proyecto no soy yo, el proyecto es el PSOE. He mamado este partido y seguiré siendo afiliado del mismo. No puedo estar en otro sitio pese a que ahora la gente cambia de partido como si cambiara de chaqueta. Me involucraré en la campaña en todo lo que me pida Rafa”, asegura.

La puerta de la política parece estar cerrada ya para José Antonio. “La vida son etapas y la del Ayuntamiento está concluida. He sido diputado provincial, he estado en la ejecutiva provincial, y ahora estoy en la ejecutiva autonómica. Nunca me he planteado ser secretario provincial. Ahora estoy muy ligado al proyecto de Luis Tudanca para Castilla y León, que puede dar el cambio necesario para la región y propiciar que tengamos una visión de futuro. Castilla y León tienen cataratas”, apunta.

En lo relativo al Toro de la Vega, el actual alcalde ha vivido en primera persona la supresión del festejo y tras muchos traspiés reconoce cómo “El Toro de la Vega me trasmite orgullo, el de un municipio que ha sabido cuidar su tradición contra viento y marea. De cara al futuro, espero que ese torneo vuelva, permitiendo que la esencia de la tradición y ese paso de información de generación en generación no se pierdan, aunque ahora las leyes nos lo hayan coartado. Junto con el accidente de las pasadas fiestas, el día que se prohibió han sido los dos peores días de mi vida política. Hemos hecho todo lo que hemos podido, me he pegado con todos por defender a nuestro pueblo. Estamos en una sociedad urbana donde a los pueblos solo se los ve para pasar el fin de semana. Hasta que no consigamos cambiar ese chip de lo urbano hacia lo rural, no cambiaremos nada por conservar nuestras tradiciones”, concluye.