Fecha: 21 marzo, 2024

El pregonero de la Semana Santa de 2024 estuvo destinado como sacerdote en Tordesillas durante 17 años, donde forjó grandes vínculos con la comunidad, y a cuyos jóvenes ha dirigido el pregón de este año.

José Manuel de la Fuente fue destinado a Tordesillas tras terminar su etapa en el seminario. El sacerdote vallisoletano convivió con los tordesillanos durante 17 años, en los que tuvo una relación muy cercana con la gente de la localidad. José Manuel no pierde la ocasión para agradecer el cariño que le ha brindado siempre Tordesillas, que tal y como cuenta «sigue siendo mi pueblo».

Actualmente reside en la capital vallisoletana, donde es miembro de la Comunidad Parroquial Cristo Redentor. Según su perspectiva, «lo más gratificante de ser sacerdote es el acompañamiento a las personas, tanto niños, como jóvenes y mayores». Hacer las cosas con el corazón es lo que más motiva, así como ayudar al prójimo en el camino de la vida, que unas veces puede ser más fácil o más difícil. No obstante, recalca que, cuando mencionamos a Dios, «hablamos de vida, esperanza, alegría y fortaleza».

La noticia de ser pregonero le llegó cuando se encontraba en Toledo en una excursión con jóvenes. El presidente de a Junta de Cofradías, Isaías García, fue el encargado de darle la noticia. En el momento que recibió la llamada sintió «mucha responsabilidad a la par que alegría». No obstante, aceptó rápidamente por el cariño que le tiene a Tordesillas y los tordesillanos.

La preparación previa para ostentar el cargo de pregonero la ha ejecutando con muchos nervios y agradecimiento. Reconoce que ha estado días sopesando cómo puede ser capaz de motivar a las personas de Tordesillas desde sus vivencias en esta localidad. Especialmente aquellas relacionadas a las imágenes con las que cuenta la Semana Santa tordesillana, así como la vida personal y parroquial que desarrolló en el municipio. Todo lo que supuso para él los 17 años destinado en Tordesillas los ha plasmado en el pregón, para motivar a los asistentes a que sigan viviendo la vida con intensidad.

Durante sus años como sacerdote en Tordesillas vivió la Semana Santa con mucha pasión y entusiasmo. No obstante, hay tres días en concreto por los que profesa más fascinación. Entre ellos se encuentra el Miércoles Santo, caracterizado por la procesión del encuentro en la Plaza Mayor. Para José Manuel, lo más especial de este día es la experiencia de recogimiento que siente en la plaza, con todo lo que ello conlleva. Por otro lado, recuerda especialmente el Viernes Santo, con la posibilidad de visualizar todos los pasos y la riqueza espiritual que hay detrás de cada uno. Finalmente, el Domingo de Resurrección es especial para su persona «por la alegría desbordante que supone la resurrección de Cristo».

Su experiencia como sacerdote ha estado muy ligada a los jóvenes desde sus inicios. A su juicio, lo más importante en un joven es la capacidad de búsqueda de valores como la felicidad y conseguir ser lo que uno quiere ser. Además, le da mucha importancia a que cada persona pueda consiga darle un sentido a la vida. Desde su punto de vista, vivir la Semana Santa es vivir un hecho fundamental en la vida de todo cristiano, «puesto que descubrimos la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo».
Para José Manuel, «un joven cuenta con mucha alegría, ilusión y esperanza para salir vivir los momentos fáciles, sin embargo, en los momentos difíciles puede encontrar en Dios una fuerza especial para seguir adelante y tratar la vida con esperanza». La paz es un valor que cree que se debe transmitir a la parroquia, al pueblo e incluso a la sociedad, «para conseguir hacer un mundo mejor».

Su cercanía con los jóvenes le lleva a recordar con especial alegría su relación con aquellos que vivían en Tordesillas. Con los cuales participaba en las peñas y en la asociación juvenil, así como en las fiestas y campamentos que esta organizaba. Además, recuerda con gran cariño la tradicional noche de los faroles de Tordesillas. En general, los años en Tordesillas son «de los más bonitos» para este sacerdote vallisoletano. Durante su estancia en el municipio, estuvo muy implicado en la vida diaria y fue acogido con mucho cariño como un tordesillano más. Para José Manuel, «ir a Tordesillas es ir a casa, con todo lo que eso significa». El pregón del pasado sábado ha supuesto para el, sin duda, todo un reencuentro.

Fotografía: Santiago Bermejo.