Fecha: 15 marzo, 2018

Tras contactar con personas del entorno familiar del pequeño, el escultor tordesillano hará llegar a Almería una obra con la que homenajea la figura de «ese pez que nadará siempre en los corazones de todos los españoles» y lanza un mensaje de esperanza para dejar atrás el rencor

Lolo Sancho enviará, en los próximos días, un paquete con destino a Almería en el que viajará no solo una escultura original, sino una pieza que simboliza el apoyo y el amor incondicional colectivo a una madre que ha perdido a su hijo. Con estos valores, el escultor tordesillano ha decidido hacer llegar a la madre de Gabriel Cruz -el niño asesinado recientemente en Rodalquilar- una pieza única con la que lanza un mensaje de esperanza que invita a dejar atrás el rencor.

«La escultura estaba creada desde hacía tiempo, y estaba basada en la característica firma del músico Manolo García», ha explicado a Tordesillas al Día Lolo Sancho, quien señala que, inmediatamente desde que tuvo noticia de la desaparición de Gabriel «y con la esperanza de que acabaría apareciendo, decidí que este pez tenía que ser para él, para que lo disfrutase cuando regresara a casa». Con el desencadenamiento del fatal desenlace, el escultor mantuvo su idea y en última instancia pensó que «lo mejor sería que este pez, que simboliza su pasión hacia el mundo animal marino, llegase a manos de la madre de Gabriel, Patricia, para que lo tuviera como un recuerdo y una aportación».

A través de las redes sociales, Sancho logró contactar con diversas personas del entorno más cercano de Patricia Ramírez, y finalmente pudo conversar con una amiga íntima de la madre y la propia maestra del pequeño. Esta última le ha ayudado a la hora de hacer llegar la escultura a Almería. «Como la cosa está reciente es mejor que dejemos pasar unos días, que servirán además para precisar a qué domicilio querrán que les llegue la obra exactamente», ha explicado Sancho.

Esta pieza es, para el artista tordesillano, «un pequeño homenaje a ese gran muchacho y a esa figura que tanto apoyo y amor ha recibido de todo el mundo, a ese pez que va a nadar siempre en el corazón de todos los españoles». «Tanto Patricia Ramírez como yo guardamos una idea en común, y es que con rencor no se puede vivir: este solo conduce a la maldad y a hundirse aún más», señala Sancho, quien quiere que su obra prevalezca como un símbolo de esperanza.

«Hay cosas inimaginables que pueden suceder, a veces los humanos hacemos cosas que ni los animales entenderían jamás. Vivimos en un mundo injusto, quitar la vida a un niño que está empezando a vivir no tiene explicación. Hay que seguir viviendo y luchando y dejar el rencor a un lado», apostilla Sancho.