Fecha: 23 abril, 2019

La ilustradora tordesillana afincada en Barcelona revela las claves para profesionalizarse en un oficio libre y creativo en el que Internet ha abierto todas las posibilidades

Motivada por su ambiente familiar e inspirada por el paisaje castellano, Sara Sánchez recuerda haber dibujado desde que tuvo uso de razón, teniendo “clarísimo” que quería ser pintora. Después de tocar “todos los palos” en la Escuela de Arte de Valladolid, donde se sumergió en diversas especialidades y conoció referentes importantes como el impresionismo o el surrealismo, la tordesillana adquirió una versatilidad que influiría definitivamente en su estilo. Precisamente cuando estaba terminando sus estudios, conoció, por casualidad, a un chico de Barcelona, y no dudó en empezar una nueva etapa personal y profesional aprovechando así las posibilidades que hoy en día brinda la Ciudad Condal en el ámbito artístico.

“Barcelona tiene un fuerte tirón, con tantas editoriales y estudios importantes”, reconoce Sánchez, quien considera que “la luz, las calles y el ambiente siempre influyen, así como su rica vida cultural y artística”, cuyas experiencias “te abren la mente y te hacen permeable a cosas nuevas, reflejándose en tu obra”. Aunque no considera que, con los medios existentes hoy en día, “sea imprescidible para un ilustrador vivir en una gran ciudad”, la tordesillana cree que “en este trabajo tan solitario viene bien tener este tipo de eventos cerca”.

Con los años, Sánchez ha visto una gran evolución en su estilo, que “si siempre ha sido bastante pictórico, últimamente se está haciendo más libre, de dibujo más suelto y menos naturalista”. “Trabajar con técnica digital te da una libertad increible para ir probando resultados”, afirma la tordesillana, quien cree que “si no paras de trabajar es inevitable que el estilo vaya evolucionando, y hoy con las redes sociales es muy fácil ver procesos de trabajo de otros artistas muy inspiradores que vas absorbiendo, así que es difícil estancarse”.

Como fruto de todo este trabajo, recientemente ha creado su propia tienda online en www.sarasanchezilustracion.com, un proyecto que le permite ofrecer su obra a clientes de todo el mundo, sin barreras. “Tienes que adaptarte a lo que el cliente quiere, y lo difícil es dar con la tecla de qué es lo que funciona y se vende, manteniéndote siempre en un proceso de búsqueda y error”, señala Sánchez, quien cree que “la ilustración aplicada está muy de moda y por ello es difícil destacar en un campo tan saturado”. “Lo mismo que hoy es mucho más fácil llegar a la gente es muy difícil hacerse ver”, reflexiona la artista.

Aunque no suele participar en muchos concursos, Sara Sánchez resultó finalista en el certamen de carteles de las fiestas de Gracia de Barcelona, siendo su obra reconocida entre las diez mejores de las 140 presentadas. Con la libertad que le otorga su oficio y la amplitud del mercado de la ilustración, Sánchez se marca, como meta a medio plazo, editar su propio álbum ilustrado, el cual podría ser posiblemente autoeditado. Todo ello, con la vista puesta en “poder vivir al 100% de esto algún día, que no es nada fácil”. “También estoy pensando en preparar otra exposición en Tordesillas, donde he tenido mis primeras referencias, las más primarias, y las que nunca desaparecen”, señala Sánchez, quien mantiene siempre presentes sus orígenes.