Fecha: 21 abril, 2019

Con 34 años de trayectoria en el municipio, el taller de Joaquín Lois encara su proyecto más ambicioso: la restauración del órgano del Evangelio de la Catedral de Segovia, entre los más grandes del país

Tras 47 años de andadura en el campo de la organería -34 de los cuales han transcurrido en su taller de Tordesillas- el maestro organero segoviano Joaquín Lois ha vuelto, de nuevo, a sus orígenes. Concretamente, a la pieza que le inspiró desde sus inicios en este campo, y que se ha convertido en el proyecto de restauración más ambicioso para su taller: la rehabilitación del órgano del Evangelio de la Catedral de Segovia, uno de los instrumentos de mayor envergadura del barroco español. Con nada menos que 2.750 piezas y cerca de 250 años de antigüedad, este órgano ha sido desmontado por completo y su restauración se prolongará durante más de un año.

Sin embargo, este proyecto no es sino la continuación de una extensa trayectoria en lo que a restauración se refiere -entre los que se incluyen los órganos tordesillanos de San Pedro y Santa María- realizados en el taller de Lois, ubicado en Tordesillas desde 1985, cuando, por motivos casuales, el segoviano decidió establecer su equipo en la Villa del Tratado. Poco a poco, este fue creciendo hasta convertirse en la actual plantilla de ocho profesionales con los que cuenta el organero. Considerados como “el valor más importante” del taller, este equipo humano trabaja, a la vez, en distintos proyectos de restauración -sobre todo en España- y de construcción de órganos nuevos, una demanda que reciben desde diversos puntos de Latinoamérica y Europa.

“En los últimos años ha caído todo mucho”, reconoce Lois, quien, pese a todo, continúa siendo un referente a nivel internacional, gracias, en parte, a iniciativas como el Proyecto Clarín, a través del cual ceden un órgano barroco por distintos países de Europa, el cual se encuentra actualmente en la Escuela de Música de Iglesia de Rottenburg (Alemania).

La protección del patrimonio es, para Lois, uno de los baluartes de su profesión. A menudo amenazado por el intrusismo, este rico conjunto de instrumentos “debería estar mejor salvaguardado y catalogado”, según el organero, quien considera clave “dar actividad a los mismos”. “Es un patrimonio que se creó en el siglo XVIII con finalidad litúrgica, y actualmente no tiene sentido restaurarlos si después vuelven a caer en desuso”, señala el segoviano, quien considera necesario “impulsar la actividad musical como mejor garantía para proteger estos instrumentos, una labor en la que se ha trabajado desde la asociación tordesillana ‘El Realejo’.

Gracias a esta, son multitud los organistas de calado internacional los que visitan, cada año, Tordesillas y su entorno, atraídos por la riqueza patrimonial del órgano barroco castellano. “La proyección se consigue en base a trabajar mucho y dar a conocer en todo el mundo estos tesoros”, señala Lois, quien continúa apostando por este activo cultural desde su taller del centro de Tordesillas.

Municipio pionero a la hora de crear escuela de organistas

Creada en Tordesillas hace ya 27 años, la asociación ‘El Realejo’ -cuyo nombre proviene del órgano de Santa Clara, perteneciente, en su día, a la Reina Juana- trabaja cada año impulsando diferentes visitas guiadas, a las que se añade el Ciclo de Conciertos, que desde hace ya nueve años atrae a los mejores organistas del mundo a la localidad. Como novedad, este año se está organizando un curso internacional con instrumentistas de la talla de Lorenzo Ghielmi, Juan María Pedrero y Jorge García.

Sin embargo, la labor más importante llevada a cabo por la asociación ha sido la de crear escuela de organistas, precisamente, tal y como señala Joaquín Lois, para proteger y dar continuidad a la vida de los órganos de Tordesillas y su entorno. Tal y como señala Carlos Rodríguez Lajo, “Tordesillas es pionera, desde hace siete años, a la hora de contar con formación académica reglada de órgano en su Escuela Municipal de Música”.

“Tocar este instrumento es fundamental para evitar su abandono”, señala, incidiendo en que, gracias al Ciclo de Conciertos y al rico patrimonio de Tordesillas, “son muchos los organistas de talla mundial, tanto italianos como alemanes o japoneses, que cada año visitan nuestro entorno para seguir conociendo el que, a la postre, es uno de los mejores lugares donde disfrutar del órgano barroco castellano.

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